Como reparar un yunque

Os voy a mostrar un trabajo que hice hace un tiempo y que verdaderamente hacía falta que lo realizara, puesto que el pequeño yunque con el que trabajo es muy antiguo, y tenía señales evidentes del constante trabajo que ha estado recibiendo durante años. A la hora de trabajar en la fragua, y en concreto con el yunque, los cantos de éste se utilizan constantemente y por ello son una de las partes que más maltrato y desgaste reciben. Voy a enseñaros como reparé mi yunque, y espero que os sirva para vuestras propias reparaciones y propósitos.

La idea la cogí de un herrero (creo que Norteamericano), aunque desgraciadamente no encuentro la dirección de este artesano para compartirla, le agradezco de todos modos su trabajo.

Éste es el estado en el que se encontraba el yunque antes de la reparación, como podréis observar tenía un gran deterioro, sobretodo la parte de los cantos (que prácticamente ya no eran tales) y hasta tenía trozos partidos.

(Hacer click en las imágenes para ampliarlas)

Lo que utilicé para la reparación fue un soldador de electrodos con el equipo básico necesario para trabajar con él, como piqueta, cepillo, guantes... y obviamente máscara protectora y electrodos. También utilicé la máquina radial con disco de esmeril para desbastar el material sobrante e igualarlo a las caras y proporciones del yunque. 

El primer paso que realicé fue una limpieza superficial del metal para asegurarme de no tener problemas a la hora de hacer contacto con el electrodo, eliminando el óxido y restos de pintura.

A continuación, uno de los pasos más importantes, es ir aportando material con el electrodo con la intención de rellenar las partes donde falte metal.

Para hacerlo, mi recomendación es comenzar con un cordón de soldadura en mitad de donde debería estar el canto, y a partir de ahí, ir sumándole cordones a este primero, por ambos lados y por encima. No hace falta que salgan cordones perfectos ni una soldadura profesional, de hecho yo no tengo una gran experiencia en ello, sin embargo lo que sí deberemos de tratar es de que queden las mínimas oquedades posibles. Cuanto más compacto quede el metal, mucho mejor. Ésta puede ser una buena oportunidad para practicar la soldadura.

 Una vez creamos que tenemos suficiente aporte de material para reconstruir los cantos (o la parte que queramos) pasamos al segundo paso importante de este proyecto. Se trata de con la máquina radial y el disco de esmeril ir igualando las caras y eliminar el material sobrante.

Al hacer esto iremos descubriendo como ha quedado realmente la soldadura que nos interesa, y veremos claramente dónde hay que aportar más material con el electrodo. En el caso de la anterior fotografía se puede observar partes del canto a la que le falta metal para terminar en ángulo recto. Además de algunos huecos en la unión del yunque con la parte nueva que hemos añadido. Ahora se trata de ir añadiendo poco a poco el material faltante con el soldador e ir desbastando hasta que tengamos un resultado satisfactorio y suficientemente compacto.

Ya solo queda dar el desbaste final, alisar la superficie lo máximo posible y terminar de sacar los ángulos rectos.

Como con la radial y el disco de esmeril se quedaban unos cantos demasiado filosos decidí para terminar, rematarlos a mano con una lima para suavizarlos un poco. Y éste es el resultado.

El yunque lo he utilizado en numerosas ocasiones desde la reparación y la diferencia es muy notable. Además de resistir perfectamente el trabajo. Como siempre, espero que os sea de utilidad. Si tenéis alguna duda o sugerencia, por favor os invito a que la compartáis para que todos podamos seguir aprendiendo!

Un saludo.