Estos días me surgió la oportunidad de reparar una figura del grupo de recreadores de la Asociación Cultural de Amigos del Museo Histórico Militar de Valencia. En concreto se trataba de un águila imperial napoleónica, que debido al uso y a algún que otro accidente había terminado mal parada. El objetivo de la entrada de hoy es justamente enseñaros el proceso de reparación que utilicé, pese a que aparentemente pueda parecer algo sencillo, os voy a dar algunos consejos que me ha ido enseñando la experiencia a la hora de reparar, reforzar y restaurar.
Estos eran los desperfectos más graves que tenía, además de pintura rozada y desgastada aquí y allá.
Lo primero es preparar el refuerzo para las partes que lo requieran. En este caso era la parte del cuello del águila, y para ello siempre que sea posible mi consejo es hacer una especie de anclaje o estructura interna. Realicé cuidadosamente un agujero con una broca en cada una de las superficies a unir, asegurándome de que coincidieran los orificios cuando ambas partes estuvieran juntas. En este caso con perforaciones de 4 o 5 mm de profundidad era suficiente. Por otro lado se prepara un pequeño trozo de varilla o clavo metálico, del mismo diámetro que los orificios, y a modo de espiga se introduce en ambos agujeros para comprobar que todo encaja correctamente.
Una vez preparado el refuerzo -lo cual se va a encargar de liberar al adhesivo de ejercer toda la fuerza de unión- vamos a pegar tanto la espiga de metal como las dos superficies a unir. Lo mejor para estos materiales (en este caso la figura creo que era de marmolina) suele ser la resina de epoxi. Consiste en un adhesivo líquido de dos componentes, que mezclándolos en la misma proporción se endurece a los pocos minutos. Algunas ventajas de este adhesivo es la adherencia en multitud de superficies, porosas y no porosas. También es muy resistente y duradero, además de poder utilizarse a modo de masilla de relleno, ya que debido a su consistencia y viscosidad sirve para rellenar los huecos que puedan quedar, y de esa forma nos aseguramos de que entra en perfecto contacto con ambas partes a unir. En cualquier ferretería se puede encontrar a buen precio. (Pronto dedicaré un artículo a los distintos adhesivos que suelo utilizar y sus propiedades).
Una vez bien seco el adhesivo, llega el momento de restaurar las partes dañadas como la cabeza y la punta del ala. Para ello utilicé masilla de poliéster, también conocida como masilla de carrocero por ser la que utilizan en los talleres para reparar la carrocería de los coches. Se trata de resina de poliéster a la que se le añade un catalizador (producto que acelera la reacción química, en este caso el secado y endurecimiento), normalmente peróxido de benzoilo. Al igual que el epoxi, tiene muy buena adherencia, y se queda realmente dura una vez seca pero con la ventaja de poder trabajarla y darle forma desbastando. También se puede encontrar con facilidad en tiendas de bricolaje y no es cara. Fijaros que para ayudarme a aplicar la masilla en el lugar correspondiente, utilicé un poco de cinta de carrocero, la cual impregné con un poco de aceite lubricante por la cara adhesiva (para cuando tenga que retirarla de la masilla ya seca, se desprenda con facilidad).
Cuando esté bien seca la masilla, se retira la cinta de carrocero con cuidado y se comienza a desbastar y dar forma a ésta hasta obtener el resultado que necesitemos. En este caso lo hice con unas pequeñas limas.
Ya solo queda hacer la mezcla de pintura oportuna para obtener el mismo color y tonalidad, y pintar las nuevas zonas de masilla o allí donde la pintura esté deteriorada, de manera que quede lo más uniforme posible.
¡Y trabajo realizado! Espero que haya quedado claro cada paso y perdonad si se ha quedado una entrada demasiado extensa, pero como dije al principio, aunque a priori parece un tema bastante sencillo, quería recalcar los detalles y las pautas para que el resultado fuera el mejor posible. Espero que os halla gustado y como siempre, os sea de utilidad. No dudéis en comentarme cualquier duda que tengáis. Un saludo.
Me encanto tu trabajo,que me sugieres para restaurar ojos de vidrio, gracias
ResponderEliminarGracias por los consejos. Hay que tener mucha paciencia y delicadeza para estas restauraciones. un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias por exponer tu trabajo. Mi marido tiene que reparar una figura de marmolina. Ya veremos qué tal le va. Saludos
ResponderEliminarMe encanto encontrar tu pàgina,asì como los consejos que sugieres! Muchas gracias!
ResponderEliminarExcelente tu ayuda, muchas gracias. Tengo algo para reparar pero es vacío no compacto como la cabeza del aguila, con que lo sostengo o refuerzo?
ResponderEliminarExcelente!!
ResponderEliminarEncontré hace unos días una lámpara de mesita de noche que es un ángel o querubín con los pies rotos. El material parece mármol y es antigua. Tenía pensado pegar los pies con pegamento o cola " no más clavos" y una vez secado rellenar los huecos con un poco de cemento blanco y arena fina o quizá con lleso. Después de estar todo seco pintar con un bote de pintura blanca satinada. El color original no es blanco,yo diría que es beig.
ResponderEliminarPara curarme en salud he entrado en tu página a ver si iba por buen camino.
Hola, de qué grosor era la broca y el clavo? Usaste una taladradora o una dremel? Muchas gracias. Me ha parecido muy interesante. Tengo que pegar unas alas en una figura de marmolina y se caen todo el rato con los diferentes pegamentos que he pasado (hasta para mármol). Ahora me toca quitarlos para recuperar la cavidad donde se acoplan las alas en la figura.
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